Bolívar tiene un dura misión, revertir un 0-3 en el Hernando Siles en una serie mano a mano con Defensor Sporting. Algo muy difícil, pero no imposible, eso si al resultado hay que sumarle no recibir goles para consolidar una faena complicada por donde se lo mire.
Pero si hay un país y sus equipos que temen a la altura, son los uruguayos, en el Siles, Bolivia con sus clubes se hace fuerte si mentalmente logran consolidar esa asfixia a la que temen los charrúas.
Bolívar pone su esperanza en su historia, en sus números, su presidente Guido Loayza lo recuerda, el 5-5 con el Paranaense en aquella Copa Libertadores de 2002. El 7-0 a Minervén del 97 en Oruro, la remontada a Nacional de Uruguay del 2000, es quizás la hazaña a invocar en este martes de Copa Sudamericana aquella noche -remontaron un 3 a 0 ‘imposible’ en solo 24 minutos- incluso la remontada más reciente a Sao Paulo en el Siles sirve para los celestes que dicen que se puede cambiar el rumbo de la historia.
Son muchos antecedentes de la Academia que le permiten darse el lujo de confiar en un imposible.