Mientras en la ciudad de Santa Cruz los dirigentes de la Liga daban a conocer sus renuncias a los cargos que ostentan en el fútbol nacional, en la ciudad de Cochabamba el Presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Rolando López brindó otra conferencia en la que aclaró que no se irá del cargo hasta dejar el nuevo estatuto que refunde el balompié nacional.
López intenta “recuperar el cauce institucional”, argumentando que “lo peor que le puede pasar a la Federación es esto, renunciar colectivas” haciendo alusión a la de Peredo y Rocha.
Su principal intención es realizar “un Congreso Extraordinario con un sólo punto, un nuevo estatuto”, mientras que en torno al caso de la pérdida de puntos aseguró estar sereno pero firme para hacer la apelación, “alguien tiene que emprender las acciones de defensa ante la FIFA, lo voy a hacer con firmeza”.
También dejó en claro que su persona no está en ninguna pugna por poder, “Yo he sido electo Presidente no estoy en pugna, no estoy en pelea con nadie, es muy fácil recurrir al expediente y encontrar un chivo expiatorio”.
Finalmente mencionó que deslinda de cualquier responsabilidad a los jugadores naturalizados y que hasta el momento no ha podido sostener una conversación sobre el tema con el entrenador de la Selección, Ángel Guillermo Hoyos, “Antes de hablar con la prensa he hablado con Peredo, con el técnico hasta ahora no me he podido comunicar, no tengo su teléfono, así se maneja él, si esto se llegará a consumar hay que mirar hacia Qatar”.
