Para Wilstermann era imperioso sumar en Santa Cruz para no quedar tan relegado en el Grupo B, y lo hizo, aunque estuvo cerca de ganar, encontró el camino del gol con Andrés Chávez, el delantero que explotó en el mes de abril.
El exjugador de Boca Juniors, fue muy resistido en Cochabamba, y hasta antes de su primer gol en el mes de abril ante Bolívar, había anotado solo un gol en seis apariciones, su promedi de gol era de 0,16 goles por partido. Ahora, desde aquel gol el 9 de abril en La Paz con el que le ganaron a Bolívar, suma cuatro goles, un doblete incluído en el empate a tres con Blooming en el Tahuichi.
Con esos dos goles, Chávez ha subido su promedio de gol a 0,5; solo en el mes de abril su promedio es de 1,25 goles por partido. Y ya ha igualado su mejor marca goleadora en los últimos seis años. De 2016 en adelante, Chávez nunca pudo superar la línea de los 5 goles por temporada en las ligas donde jugó.
Precisamente los dos goles contra Blooming, además le permiten festejar por duplicado en un partido, tras seis años, su último doblete profesional lo hizo jugando para Sao Paulo el 11 de diciembre de 2016. Clara muestra de que el goleador explotó, cuatro meses después, la mejor versión de Cháve, llegó a Bolivia.