Literalmente corren en el lugar donde el cielo y el suelo se unen, se hacen uno, se convierten en un paraiso para los amantes de la fotografía, hipnotiza a cualquiera que tiene el placer de cruzarlo.
El Salar de Uyuni es la escenografía de la octava etapa del Dakar, las motos y quads, bordean el Salar de Uyuni casi en su integridad para luego salir a Chile.
El espectáculo en la espera de que culmine la etapa se lo llevo el cielo y el suelo del Salar, el amanecer, el agua y la perspectiva fueron los ingredientes de lujo en la largada de la etapa.