Pasaron varios meses de aquella novela que nos tuvo a todos moviendo datos, buscando información y cruzando fuentes, Independiente de Avellaneda quería a Chumacero, pero el volante del Tigre dijo “no, gracias, me quedo a buscar la final de Copa con mi equipo”.
Las oportunidades son así, las tomas o las dejas, el Tigre no pudo pasar la fase de octavos ante Lanús -hoy finalista de Copa Libertadores- y el Rojo de Avellenada, ofendido y dolido por la respusta de Chuma, decidió buscar otro rumbo, armó un equipo de obreros, sin grandes figuras pero con mucha identidad. Se convirtió en finalista de la Copa Sudamericana hace poco.
El Rojo le ganó a Libertad de Paraguay en el nuevo Libertadores de América, fue 3 a 1 y le dio vuelta el 0-1 de Asunción, haciendo sentir su localía y su peso histórico, un grande del Continente despertó, con buen fútbol, con un DT que quería a Chuma y que hoy es reconocido por todos, que emocionó con su discurso post partido recordando a su padre y su arraigo con el Club.
Un triunfo con mucha repercusión mediática. Que nos permite recordar que uno de los nuestros pudo ser parte de esa historia, no quiso.