No es habitual, Bolivia fue al otro lado del Mundo, a un país poco conocido, con una cultura, religión, costumbres, comidas y todo muy distinto. Ahí está una de las fortalezas de este tipo de viajes, lo recalcó César Farías, que el grupo conozca el mundo con otra mirada, es importante para madurar a algunos jugadores.
Es así que la Selección aprovechó su estadía en Yangón y visitó uno de los templos más populares de la República de la Unión de Myanmar, el Shwedagon Pagoda. El complejo religioso budista más importante de la zona. El lugar está marcado por la magnífica estupa Shwedagon Paya con una altura de 100 metros y cubierta con un baño de oro. Los visitantes tienen que descalzarse antes de pisar la entrada. Las oraciones se realizan dando vueltas en el sentido contrario a las agujas del reloj, todo eso experimentó Bolivia.
La zona horaria también fue un tema importante, por eso César Farías y su equipo planificaron trabajos intensos por la noche, para que los chicos queden fundidos por la noche, hay cansancio en varios de los chicos por este tema. Marcelo Martins por ejemplo no hizo el paseo, prefirió quedarse a descansar. Claro, él conoce bien la cultura budista por su residencia actual en China, y prefirió recuperar horas de descanso tras la ida y vuelta que le tocó realizar.
El resto de los chicos explotaron las redes sociales con sus fotos, porque evidentemente estuvieron un lugar atípico, una zona donde es difícil, a menos que haya un suceso como este, Myanmar vs Bolivia, un partido inédito para ambas naciones.
