Entre las 7 y 8 de la mañana de este viernes Gustavo Costas arribó a Bolivia, pero no para enfrentar a un club como en las seis ocasiones pasadas, fue para ser presentado y firmar el contrato con el presidente de la FBF. El argentino llegó con mucha ilusión y compromiso de trabajo, aunque más allá de las formalidades fue un llamado a la unión del país: futbolistas, cuerpo técnico, dirigentes, clubes, medios de comunicación e hinchas.
“Esta meta de poder lograr llevar a Bolivia a lo más alto es el desafío más importante de mi carrera”
Gustavo Costas
De entrada, fue empático con la prensa y con toda la gente que lo recibió en el aereopuerto. A medida que pasaban los minutos, su sorpresa crecía, pues notó la expectativa de muchas personas en él. Con el pulgar arriba y una sonrisa, llegó al Hotel Europa, el lugar de su presentación.
“Estoy muy ilusionado con el cariño que brindan todos, desde que bajé del avión hasta llegar acá, quiero agradecerle a todos”
Gustavo Costas
En el salón principal, más de cien personas se dieron cita con personajes como Xabier Azkargorta y Pablo Escobar. Estaban representantes de los clubes de la División Profesional, de las asociaciones de cada departamento, de las gobernaciones municipales y departamentales, diputados nacionales y otros. No era casualidad la presencia de todos, ya que Costas y el presidente de la FBF constantemente transmitieron el mensaje de trabajar juntos como una nación.
Fernando Costa le dio la bienvenida al nuevo director técnico. Costas y sus acompañantes sintieron parte de la cultura, ya que un yatiri los bendijo a través de un sahumerio. Luego, el presidente le presentó Bolivia con un video. Es así que luego se dio el momento de las firmas de contrato, primero el directivo y luego el entrenador.
Tanto Costas como Costa prometieron trabajo. Uno de los primeros objetivos tiene en mente el argentino es formar un grupo en el plantel, pretende unirlos para confiar en sí mismos. Desde su percepción, esa base le permitirá a La Verde enfrentarse de igual a igual a cualquier selección y en todas las canchas.
Con gusto y felicidad, el flamante estratega de la Selección se puso la Verde, por detrás estaba estampado su nombre. No aseguró una clasificación al Mundial, pero sí prometió trabajar y pelear por un cupo. Asumirá funciones en noviembre y estará vinculado a Bolivia hasta la finalización de las Eliminatorias con la opción de seguir si logra la clasificación. Así fue el día del inicio de una nueva ilusión con el llamado a la unión de parte de todos.