Suelen decir que en Buenos Aires hay una “pequeña” Bolivia, sucede que la comunidad boliviana es tan amplia en esta parte del mundo que es junto con Washignton y Sao Paulo uno de los destinos más elegidos de los bolivianos para emigrar.
Esa gente respondió a su fiel pasión, porque no importa donde viva una persona, su pasión no cambia, sus costumbres no cambian, su equipo no cambia.
Más de 20 buses desde Capital Federa, otro tanto parecido de la zona de Liniers, muchos otros desde el pupular Barrio Charrúa, quien sabe, cuantos más en tren, en bus, a pie, fueron llegando al estadio Ciudad de Lanús, cerca de los 8 mil hinchas pintaron de celeste la noche, antes que el mismo Ferreira.
Las tribunas destinadas al local, tenían claros enormes, y la visitante tuvo que ser ampliada para que la gente pase a ocupar un lugar más amplio, no entraba nadie más, de punta a punta y canto a canto, el “Bolívar, Bolívar…” sonaba de fondo, el granate se sorprendía de la cantidad de gente -un poco en broma un poco en serio- personeros de prensa de Lanús decían “Otra vez perdimos la localía”.
La gran comunidad boliviana deliró con Bolívar como en 2002 en cancha de San Lorenzo, como en 2004 en la Boca, ahora diez años después, la gran Bolivia volvió a sorprender a la pequeña Argentina, aunque a ellos les gusta decirlo al revés, ellos siguen creyendo que una “pequeña” Bolivia vive en el Gran Buenos Aires.
Late! en Buenos Aires