La mujer que puso de rodillas al Imperio de la FIFA

Sus allegados colaboradores de Loretta Lynch o los que la vieron trabajar de cerca, le dicen “Magnolia de acero”, por aquello aquel caracter rudo que suele atribuirse a las mujeres del sur de su país de donde es oriunda. En todo caso, la fiscal general de los Estados Unidos que acaba de causar un terremoto en la poderosa FIFA y sus confederaciones en Centro y Sudamérica, y se está ganando el mote a pulso.
Foto: Mark Wilson -Getty Images
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Sus allegados colaboradores de Loretta Lynch o los que la vieron trabajar de cerca, le dicen “Magnolia de acero”, por aquel carácter rudo que suele atribuirse a las mujeres del sur de su país de donde es oriunda. En todo caso, la Fiscal General de los Estados Unidos que acaba de causar un terremoto en la poderosa FIFA y sus confederaciones en Centro y Sudamérica, y se está ganando el mote a pulso.

En cada aparición pública, demuestra un raro placer por perseguir el delito de guante blanco -ese que cometen los poderosos valiéndose de la ingenuidad de los que menos tienen- y que, en ese empeño, no es de las que se asustan fácilmente.

Este año no sólo hizo tambalear el negocio de la FIFA, Lynch, batió récords al imponer a cinco bancos internacionales -UBS, Barclays, Citigroup, JPMorgan, Royal Bank of Scotia (RBS) y Bank of America- la multa más alta de la historia financiera en el Mundo -5000 millones de dólares a cada uno-. Los acusó de haber constituido una asociación irregular para intervenir en el mercado y manipular a su antojo la tasa de cambio entre dólares y euros, en perjuicio de miles de ahorristas de todo el mundo. “Un delito flagrante que han venido cometiendo durante años”, dijo.

Foto: Chip Somodevilla - Getty
Foto: Chip Somodevilla – Getty

Esta hija de un hogar humilde del Sur de los Estados Unidos, nacida en Greensboro, Carolina del Norte y que hoy tiene 57 años cuenta que su madre le dijo:“Yo coseché algodón para que vos no tuvieras que hacerlo y pudieras hacer otra cosa”. En menos de siete meses como Fiscal General del Estado en USA, se encargó de llevarse a dos gigantes poderosos, los bancos y la FIFA. No tiene hijos, Loretta Lynch se casó en 2007, su marido si tiene dos hijos de su anterior matrimonio que comparten su vida con la Fiscal.

De chica supo lo que era la discriminación por ser negra pero, según cuentan quienes la conocen, no cayó en las trampas más frecuentes de esa injusticia: no bajó los brazos ni tampoco se volvió una esclava de la rabia. “Lo que sí hizo fue esforzarse mucho más que cualquiera durante toda su vida”, menciona una ex compañera que la trató durante sus días en la Durham High School, la escuela que frecuentó y que, con mayoría de alumnos blancos, se negó a reconocerla como abanderada para no pasar por el “escándalo” de conceder ese honor a una afroamericana.

Quiso luego ir a Harvard y no sólo lo consiguió, sino que egresó de su escuela de Derecho con nota destacada. Desde el 23 de abril asumió el cargo público más importante en su carrera, muchos republicanos se oponían a su nombramiento porque Lynch apoya los decretos migratorios anunciados por el presidente Obama. Sin embargo ahí está, derribando las piramides de oro construidas con la inocente pasión de la gente: “Se esperaba que cumplieran las reglas que mantiene el fútbol, que fueran honestos y protegieran la integridad del juego. En vez de eso, corrompieron el negocio del deporte más popular del mundo, por sus propios intereses y para enriquecerse. Es tiempo de devolverle este deporte a la gente”, dijo la Fiscal Lynch al anunciar su golpe más reciente al mundo oscuro del fútbol.

Nota Original: CanchaLlena.com.ar

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