El grupo de los siete y el grupo de los cinco han quebrado por completo a la dirigencia del fútbol profesional en Bolivia. Todos a su momento, apuntan a las diferencias entre César Salinas de The Strongest y a Guido Loayza de Bolívar como el foco del comflicto. Mientras los dos paceños sigan así de distanciados, la salida parace ser un túnel oscuro.
Sin luces, Jaime Oña candidato del grupo de los siete, informó que no reconocerán más al mandato de Marco Ortega, y en conferencia de prensa pidió no confundir “No es lo mismo unanimidad que consenso, nosotros somos mayoría y aunque haya un grupo minoritario, no pueden hacer lo que están haciendo. El señor Ortega no puede irse como se fue”.
Mientras que Gróver Vargas del otro lado, salió en algunos medios a explicar la postura de los cinco, aunque habló en forma particular, dijo que su club no se presenta porque no quiere que se sigan repartiendo cargos y que si no se aprovecha la coyuntura de este momento para renovar la dirigencia no se lo podrá hacer nunca “hablo por mi club, nosotros no vamos porque no se puede ir a una elección con este panorama, ya hablamos con César y Guido, es necesario que todos pongamos de nuestra parte y busquemos a las mejores personas, sean de donde sean”.
Lo cierto es que la Liga por ahora sigue sin rumbo, la dirigencia que desconoce a Marco Ortega, sigue jugando un torneo que lo comanda un Comité Ejecutivo también dividido, dónde sólo se conoce a su Presidente y al Secretario, Hormando Vaca Díez, ambos también pertenecen a cada uno de los bandos, todo dividido en el seno liguero.