RIO DE JANEIRO. Esas lagrimas tienen una historia atrás, José Quintanilla vivió como pocos sus primeros Juegos Olímpicos, la emoción lo explotó y estremeció al mundo.
José que llegó a los Juegos con una marca mínima hace un mes, sabía que iba a llorar, “cuando me estaba alistando en la tarde ya me puse a llorar, me puse el traje y me emocioné”, contó al salir de la Villa Olímpica, es que el sabía que estaba viviendo su sueño.
“Estoy emocionadísimo porque son mis primeros juegos”, afirmó algo nervioso al llegar al Maracaná, y por su cabeza pasaron todas las cosas que vivió, una carta de un amigo de la natación le puso la piel de gallina, “Espero que estés listo para empezar el mejor día de tu vida, lo que te va a tocar vivir lo viven pocos, emocionate, llora si es necesario, hoy vale todo”, le dijo en la misma. José le hizo caso, dejó correr sus emociones y fue el hombre de la noche para Bolivia en la fiesta grande del Maracaná.
