Los partidos importantes siempre empiezan a jugarse antes del pitido inicial. Mucho antes. Y, por lo general, esa antesala se lleva a cabo en los escritorios. La final de la Copa América entre Chile y la Argentina (el próximo sábado, desde las 16:00 HB, en el estadio Nacional) no es la excepción. Mientras la Conmebol comienza a definir al árbitro del encuentro, las presiones de los seleccionados también forman parte del escenario.
Mucho se cuestionó durante el certamen la elección de los referís. “Favorecen a Chile”, fue la crítica que predominó. Sin embargo, los dirigentes de la Roja no se dieron por aludidos en las acusaciones y según se supo de fuentes confiables, la ANFP pretende imponer un árbitro para el cruce.
Sin embargo, si la decisión fuese normal, lo lógico sería que la elección tuviese como pilares el rendimiento y la experiencia de los hombres de negro.
Por ranking y notas obtenidas en los últimos partidos, el favorito es el uruguayo Andrés Cunha, quien ya dirigió en Venezuela-Colombia y Chile-Bolivia. Por experiencia, aparece como candidato el colombiano Wilmar Roldán, quien ya impartió justicia en el primer duelo de la Argentina contra Paraguay y en Perú-Bolivia. Estos son los nombres por los que los dirigentes argentinos apuestan.
“Todavía no hay nada”, confesó un miembro del comité de arbitros. Los nombres ya están sobre los escritorios. Allí, donde la gran final ya vive sus primeras situaciones de riesgo.