Walter Nosiglia no terminó el Dakar solo, nunca lo corrió solo, desde su salida el año pasado uno de sus requisitos para volver a participar el Dakar, era tener a sus dos hijos cerca en el equipo de apoyo. Así lo hizo, pero no solo eso, esta versión tuvo además a su esposa siguiéndolo muy de cerca, incluso logró robarle un beso que fue captado por las cámaras el día de la largada.
Walter Nosiglia trabajó todo el año para que su familia, su fé y su equipo le den el respaldo que le faltó en la versión pasada. Con un mochilero incluído. Santiago Hansen, fue su escudero y con su mejor amigo cerca mientras estuvo en competencia, Juan Carlos Salvatierra.
Nosiglia lamentó mucho la salida del Chavo, pero siguió en competencia, se tomó en serio la possta de ser el abanderado del Dakar en Bolivia ante la ausencia de su amigo. Se ganó el respeto del equipo Honda, del Mec Team, de su mochilero y de todos los que lo conocieron.
Nosiglia compartía las horas de descanso con Salvatierra, Hansen y con sus hijos, se sintió fortalicido a pesar del dolor físico y del gran sacrificio.
La familia de Walter Nosiglia, sin lugar a dudas fue una de sus grandes claves y sus fortalezas en este Dakar.
@Dakar_Bolivia @btoae @Prisi41Quiroga Felicidad en el box de Walter Nosiglia junto a sus hijos disfrutando el momento pic.twitter.com/tEgRCOJs5l
— walter anido (@MxLaRevista) January 17, 2015