Tanto él como el entrenador San José no se cansan de decirlo: todavía tiene problemas para adaptarse a la altura. Sin embargo, en la cancha se nota muy poco. Al igual que en la primera fecha, fue el as bajo la manga del técnico celeste para abrir un partido que empezaba a complicarse.
El resultado fue muy parecido: gol a los dos minutos y desequilibrio permanente. ¿La diferencia? Esta vez pudo marcar uno más y, como era de esperarse, los hombres de Petrolero apostaron por el juego brusco para evitar que consiga un tercero, cosa que no se había visto en Oruro.
Es sólo el comienzo; pero, hasta ahora, el uruguayo viene siendo el factor más desequilibrante del nuevo Bolívar. También se vio a un Dituro muy seguro y a un Fernández más suelto y participativo, y en la próxima fecha, seguramente, debutará Ferreira, con lo que se verá un poco más del equipo que pretende Beñat para el semestre.