El 3 de julio de 2010 la Argentina juega los cuartos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica ante Alemania, la albiceleste empezó perdiendo con un gol tempranero de Müller el minuto tres. A falta de 24 minutos para el final y aun con desventaja por la mínima Diego Maradona decide el ingreso de Javier Pastore, el entonces volante del Palermo solo había disputado 18 minutos dela competición en dos partidos previos. Su misión era simple, asociarse con Messi para generar espacios y desequilibrio en busca del empate. El resultado fue uno muy distinto, Pastore termino escorado en la banda izquierda, intentando la jugada personal desasociado de sus compañeros y de Messi, al final fue derrota por goleada 4-0 ante los teutones y regreso a casa.
La temporada siguiente Pastore tendría su mejor temporada con el Palermo en Serie A, marcando 13 goles y dando siete asistencias, eso produjo que la temporada siguiente sea uno de los primeros fichajes del multimillonario proyecto del Paris Saint Germain. El talento se le reconoció siempre, pero lo que siempre se le reclamó fue regularidad. Esa falta de regularidad fue la que no le permitió ser titularísimo en el cuadro francés ni con Ancelotti, ni posteriormente con Laurent Blanc. Si bien sus números las primeras dos temporadas con el PSG no fueron malas, todo lo contrario, sumando en ambas 25 goles y 20 asistencias; eso era más producto de su gran capacidad individual en momentos determinados que por saber asociarse con los compañeros en la cancha. De hecho sus presencias como titular empezarían a bajar bastante. La temporada 2013/14 fue la peor con el cuadro parisino, jugó 29 partidos y 16 de ellos los hizo desde el banco de suplentes marcando tres goles y con solo cuatro asistencias, parecía que su futuro como jugador de élite estaba en entredicho. Donde no contó fue para Alejandro Sabella y la selección, del 2012 hasta el 2014 el “flaco” Pastore no jugó un solo minuto con la albiceleste. Tampoco fue convocado para al mundial de Brasil del año pasado-
Pero la temporada 2014/15 el fútbol de Pastore hizo click, de hecho con el PSG fue el que sostuvo al equipo durante la temporada, las lesiones de Zlatan le permitieron dar un paso adelante y él respondió acertadamente. Se convirtió en el timonel de la nave desde su posición de interior pero también asumiendo responsabilidades en la media punta el, su labor pasó de generar desequilibrio a ser el constructor de juego. Sus números lo demuestran, seis goles y 13 asistencias para los campeones franceses. Marcando menos y creando más.
Este gran estado de forma lo ha sabido transferir a la selección argentina, Martino ha contado con él desde el comienzo, con el Tata ya lleva 11 partidos jugados marcando dos goles y dando tres asistencias, en realidad antes del 2014 Pastore no había marcado goles ni dado asistencias con la albiceleste.
Su participación en esta Copa América está siendo monumental y el motivo es sencilla, sabe interpretar su rol en el equipo, sabe cuándo y dónde generar desequilibrio y cuando construir las ocasiones para sus compañeros. Pero sobretodo ahora sabe cómo jugar al lado de Messi.
Javier Pastore ha sabido en tender que jugar con Messi es sencillo. No posicionarse en el mismo lado de la cancha donde está el rosarino, saber ocupar los espacios que deja libre, no dejar de alimentarlo de balones y al mismo tiempo ofrecerse siempre para poder combinar con el crack del Barcelona. Todo eso y casi a la perfección hizo Pastore en el partido ante Paraguay. Ricardo Bajo escribía que jugó como “el Iniesta de la Argentina”, no le falta razón y tuvo algo de Daniel Alves agregaría yo, por su manera de buscar siempre a Messi en posición de ventaja.
Pastore siempre tuvo talento y hoy lo está combinando con una inteligencia y lectura del juego monumentales.
@Ernesto70Rojas