Irán, tal vez el equipo más débil de la competencia, despierta en Brasil más curiosidad por la rigidez de su sistema de gobierno (teocrático) que por lo que pueda hacer su equipo en la cancha. Una sola noticia ganó relevancia desde el campanazo de largada del Mundial: la cadena de televisión que cuenta con los derechos de emisión en Irán decidió emitir la señal con diez segundos de retraso para poder interceptar las imágenes que son consideradas “indecentes”. Según la Islamic Republic of Iran Broadcasting (IRIB), las imágenes prohibidas, casi siempre, son las de “mujeres no vestidas con decencia”.
Para los jugadores de Irán, llevarse la camiseta de Messi o cualquier otro rival de recuerdo seguirá siendo una utopía. Se les prohibió el intercambio de indumentaria con los rivales. La restricción nada tiene que ver con la rigidez religiosa. Es una decisión puramente económica dispuesta por el presidente de la Federación Iraní de Fútbol.
Fuente: CanchaLlena.com.ar