Finalmente se acabó lo que se daba, Farías no dirigió al Tigre y la tarde estuvo enrarecida en el Hernando Siles, donde lo que menos importó fue la derrota, la dirigencia encabezada por César Salinas y el cuerpo técnico de César Farías tiene las relaciones rotas.
La cronología comenzó con una solitaria llegada del venezolano al estadio, como habitualmente hace, llegó al Siles en su propio coche, pero con un ambiente raro, solitario, sin nadie que lo acompañe, y para colmo se topó con otro incidente, un enfrentamiento con dos hinchas del Santo que le gritaron desde las afueras del garage de Miraflores, que por suerte no pasó a mayores.
Luego llegaron los dirigentes, pero ninguno ingresó al vestuario la decisió ya estaba tomada, todos se encerraron en la oficina de administración en la puerta seis; César Salinas le pidió al DT que no dirija de manera escrita, algo que cayó mal en el venezolano, lo contó Adrián Monje: “El presidente le pidió que no dirija, que no esté hoy para evitar problemas, aunque no le gustó mucho, él quiere estar a toda costa, lo vamos a esperar en el campo para volver a pedirle que no dirija, no queremos más problemas”.
Farías había tomado la decisión de no poner a Diego Bejarano, quedó con seis suplentes y aduce haberse enterado en el estadio que no podía contar con el lateral, la dirigencia retrucó eso, “nos sorprende que Diego no vaya ni al banco”, respondió Monje.
El equipo saltó al campo y Farías no entró al escenario, Farías se fue a ubicar a la Curva Sur, vio el partido desde la bandeja alta del Hernando Siles, rodeado por policias y camuflado entre sus hicnchas llamaba por teléfono a Carlos Pino. Hasta que el cuarto árbitro se los prohíbio, “no pueden usar teléfonos en la casamata”, le pidió algo que fue denunciado por Ricardo Llanos, delegado del Tigre “nos lo pidió de muy mala manera y sin ningún respeto”. Ya era secundario, el tema ya estaba resuelto, sin Farías el Tigre no tuvo caracter en el campo y desperdició muchas chances de asegurar un partido que parecía controlado.
Ya no había comunicacion con su estratega, pero el Tigre ganaba y no era crítico, el problema vino después. San José empató y Farías tuvo que llamar de emergencia; César Marcano atendió el llamado esconcido en el pasillo del tunel. El pedido era que ingrese Óscar Díaz para sumar delanteros, pero en la cancha el Santo se lo dio vuelta en ese instante, aprovechando otra desconcentración atigrada, luego atribuída a todo este enredo.
Farías volvió a la zona de vestuarios tras el partido, con un pesar que cargó desde que supo que su presidente le bajó el pular: “Se presentaron circunstancias extra cancha que no hemos podido controlar y dominar, lo primero que debemos hacer es revisar para adentro y después recién podemos exigirle al jugador, pero son esos detalles que se reflejan y no son las mismas circunstancias de cuando comenzamos este proyecto”, dijo Farías, no quiso decir nada sobre su continuidad, el llanero tiene relación contractual con el club mientras el Tigre siga en la Copa, el resto parece una decisión tomada, como la de hoy, como la que el directorio ya tomó en torno a la continuidad de César Farías.
