Este sábado, en el partido más esperado del fútbol sudamericano, todos los jugadores de Chile y Argentina querrán levantar la Copa América.
Pero este prestigioso trofeo tiene una hermana pequeña, mucho menos conocida y, desde luego, nada codiciada: la Copa Bolivia.
Se trata de una copa de mediana dimensión, coronada por el logo de la Conmebol, que está reservada para el perdedor de la final.
Su particularidad está en que, sea quien sea el equipo subcampeón, el trofeo lucirá la bandera de un país que en esta edición del torneo ni siquiera pasó de cuartos de final.
Y es que la Copa Bolivia se convirtió en una tradición después de que en 1997, en la final de la Copa América celebrada en La Paz, se entregó por primera vez al subcampeón, que fue precisamente el anfitrión, Bolivia, quien perdió contra Brasil por 3-1.
En la actualidad, Paraguay es la propietaria de la Copa Bolivia en calidad de subcampeona de Sudamérica.
Fuente: BBC