Antes de caer ante Universitario (1-2) en Tembladerani, Bolívar acumulaba 23 partidos sin conocer la derrota en condición de local. La última vez que había terminado un partido en La Paz con las manos vacías había sido en aquel fatídico 24 de diciembre del año pasado, cuando The Strongest le arrebató el título del Torneo Apertura 2016/17.
Sin embargo, en términos de resultados, fue un año casi perfecto para los celestes jugando en casa; porque ganó 20 de los 24 partidos que jugó en la Sede de Gobierno (tanto en el Hernando Siles como en el Libertador Simón Bolívar), empató 3 y sólo perdió en su última aparición, cuando ya era bicampeón.
Esta buena racha se ha convertido en un rasgo distintivo del ciclo de Beñat San José, que sólo dejó escapar los tres puntos como anfitrión en 3 ocasiones desde que asumió como técnico celeste hace un año y medio (la primera, contra Oriente Petrolero, jugando con equipo alterno). ¿Podrá mantener la línea en la Libertadores?