El Clásico paceño fue un partido muy intenso. Físicamente, el despliegue de todos los hombres de la cancha fue notable. Y hay que decirlo: tácticamente, César Farías planteó un partido casi perfecto; le cortó todos los circuitos de juego a Bolívar con la sorpresiva inclusión de Diego Wayar –uno de los más regulares– al equipo titular.
Especialmente durante la primera mitad, Maygua, Arce y Callejón aparecieron a cuentagotas, por lo que otro jugador tuvo que asumir las riendas del equipo. Un jugador que está haciendo una gran temporada: Leonel Justiniano; que le ganó con fútbol a la pierna fuerte de los hombres atigrados.
Hizo (casi) todo bien. Cortó, jugó, distribuyó e incluso se animó a incursionar en ataque; la más clara de Bolívar en el primer tiempo fue un remate suyo, que le salió mordido y se estrelló en el palo cuando Vaca ya estaba vencido. ¿Le llegará la chance en la próxima convocatoria de la Selección nacional?