Apenas anotó el gol que le dio el triunfo a Bolívar ante Blooming, puso las manos juntas y miró a las tribunas repletas del Tahuichi, les pedía disculpas, es que para Uzeda había un choque de mundos, su infancia versus su realidad profesional.
El chico que se formó en el proyecto Bolivia 2022, dio el salto al profesionalismo en Always Ready, pero su gran transformación profesional, se dio cuando Bolívar fue a buscarlo, con algún problema legal de por medio, logró fichar libre por la Academia, sin saber que sus mundos se iban a chocar en semifinales.
Javier Uzeda es “bloominsta de corazon”, él mismo lo contó tras el partido, con una inocencia pura de un niño, es que aunque en el mundo los 19 años son ya una edad madura para el futbol, en Bolivia son apenas los primeros pasos, “habla poco en el vestuario” contó Haquin, admira a muchos de sus compañeros, como también admiró a sus rivales hoy.
Esos mundos que chocaron en su interior lo hicieron ser mucho más grande todavía, él no tenía por qué confesar que era hincha del rival al que acaba de anotarle un gol, y poner una asistencia para el otro gol, pero lo hizo, porque su corazón se lo pedía, pero mientras el bolivarista lo levanta en hombros como hizo Zago, su carrera explotó, ya no es el chico que espera su oportunidad, ese choque de mundos celestes en su interior decantó en el inicio de su madurez futbolísitca como profesional.