De los seis grupos que se han definido hasta el momento, el más sorprenderte es el E. Las cuatro selecciones en diversos momentos estaron entre las dos primeras posiciones, pero solo un festejó con mucho fervor, mientras el otro lo hizo a medias. Japón dio el batacazo con su nueva remontada a un europeo, España se salvó por diferencia de gol, Alemania en algún momento terminaba última, pero revirtió el resultado a Costa Rica.
La lógica se apoderaba de cada tiempo al final del primer tiempo. Alemania se adelantó rápido con un fusilazo de Gnabry a los 10 minutos. A España le costó un poco más, aunque a los 11 un centro preciso de Azpilicueta fue bien definido de cabeza por Morata. Salvo algunas jugadas aisladas, esos resultados no corrían peligro y los europeos pasaban.
La sorpresa comenzó en el Khalifa Stadium ni comenzó el segundo tiempo. Japón aprovechó un descuido español para empatar con un soberbio remate de Doan. Segundos después, Mitoma no dio por perdido el balón, pareció haber pasado la línea de saque, pero fue corrobado por el VAR, al final Tanaka lo empujó para el segundo. Con ese resultado, los alemanes quedaban fuera.
Fueron minutos de terror para las selecciones de Europa. A los 58, Tejeda igualó el partido en el Al Bayt Stadium aprovechando el rebote que dio Neuer. Cumplidos los 70, se daba la mayor sorpresa porque Vargas y un intento terminó provocando el autogol del portero alemán. Costa Rica se metía como segunda solo detrás de Japón por diferencia de gol.
Para suerte de España que no reaccionaba, los alemanes sí lo hicieron. Havertz entró y marcó dos goles revirtiendo el marcador. Supo definir por encima de Navas cuando se encontró frente a la portería y de primera puso el tercero para su selección por una excelente asistencia de Sané. Entonces, Alemania esperaba una ayuda de los españoles.
El equipo de Luis Enrique tuvo un par de ocasiones más, pero el orden de Japón era insuperable y todavía su arquero se hacía grande bajo los tres palos. Füllkrug en el histórico partido con la terna de juezas sentenciaba el resultado anotando el cuarto, faltaban cinco tantos más para ser segunda. Finalmente, España con una alegría mesurada se metió a Octavos, mientras la fiesta de los japoneses fue única.