El 23 de octubre fue el último día que la cancha del Monumental de Maturín vio correr un balón por su césped. Desde entonces ha estado cerrada con el objetivo de recuperar y dejarla lista para el partido que sostendrán las selecciones de Venezuela y Bolivia.
Quedan algunas horas para el encuentro que corresponde a la jornada once de las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. Y el campo de juego del Monumental de Maturín no muestra todavía su mejor cara. Bolivia no pudo trabajar con normalidad en el campo de juego, es más la Federación Venezolana de Fútbol le negó el derecho al trabajo en el estadio en el día previo al juego, y tuvo que ser el Comisario FIFA -Javier Quintana de Perú- quien autorice el reconocimiento de campo.
Los venezolanos notificados del mal estado del campo, tampoco trabajaron en Maturín, prefirieron cerrar prácticas en Isla Margarita.
La molestia de los bolivianos llegó a tal punto que los dos delegados que presiden a la Selección, presentaron una queja formal ante la FVF y la FIFA por que de verdad que el suelo no es apto para un partido de fútbol clase A. De todos modos, Angel Guillermo Hoyos intentó desdramatizar el tema y dijo “mejor que le pongan más arena, nosotros estamos acostumbrados a jugar allá en las canchas de la Cholas (en La Florida)”, haciendo referencia a las canchas de fútbol playa y con una sonrisa.
#Selecion #Bolivia | En estas condiciones se encuentra el estadio Monumental donde se enfrentará la Verde con Venezuela en Maturín (: FBF) pic.twitter.com/dVe6idcOeO
— Latedeportes Bolivia (@Latebol) November 10, 2016
La dirigencia que encabeza la delegación de #Bolivia en #Venezuela, deja de manera escrita su queja por el campo de juego de Maturin pic.twitter.com/xRFWSusbrg
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