Emoción al rojo vivo fue el principal sentimiento en el Félix Capriles, terminó convirtiéndose en una alegría única. Wilstermann recibió a Blooming, a la media hora de juego se quedó con diez jugadores y al inicio del segundo tiempo, con nueve. Pese a las dos expulsiones se las arregló y un error del rival fue bien aprovechado para conseguir un heroico triunfo por la mínima diferencia.
Una dura entrada de Ortiz terminó siendo revisada por el árbitro Castro y mostró la primera roja a los 32 minutos. Wilstermann venía teniendo las opciones con mayor peligro, Illanes tuvo que sacrificar a Menacho para rearmar la línea defensiva. Como si eso fuera poco, a los 11 minutos del complemento, en una contra Mamani se barrió para frenar al rival, el juez volvió a revisar y realizó la segunda expulsión.
Después, desde el VAR también habían observado la decisión del juez de cobrar penal a favor del Rojo, al final revirtió su decisión. Todo parecía estar en contra de Wilster, pero en los últimos instantes del tiempo reglamentario Sánchez en su intento de llevarse el balón por delante tocó el esférico con el brazo. Desde la sala VOR solicitaron la revisión y esta vez hubo sentencia, Osorio definió fuerte al lado izquierdo de Uraezaña.
Ese remate desató el desahogo del entorno Aviador. Eso creció aun más cuando se dio el pitazo final, pues el contexto actual del club era negativo. Finalmente, con mucho heroismo Wilstermann venció a Blooming y se ilusiona con el objetivo de clasificar a la Copa Sudamericana, está a cuatro puntos del último puesto que otorga ese premio.