“El más jovencito entró y revolucionó la cancha”, se le escuchó decir a César Farías en la conferencia de prensa post-partido. Y Jorge Almirón, su similar de Lanús, pareció haber pensado algo parecido: mientras preparaba su última variante, el cruceño intervino por primera vez en el juego y dejó sentados a tres argentinos, por lo que decidió tomarse unos segundos más para indicarle a Matías Rojas que le preste especial atención. Fue un momento que cambió el partido.
El Tigre inclinó la cancha en el último tramo del juego. Con Vaca, Vargas y Ramallo –que fue el primero en ingresar, pero no aportó casi nada–, Farías buscó eso; pero tuvieron que pasar varios minutos para que llegue el gol de la esperanza: Vaca encontró a Escobar –que siempre inventa algo, hasta en sus peores partidos– y el capitán metió un centro rasante para que Diego Bejarano marque de taco. Golazo.
Ahora, el equipo atigrado tiene un mes y monedas para preparar la revancha en Argentina. Y por más que Farías se apoye constantemente en sus buenos números jugando fuera de casa, hará falta más que aguantar y salir de contragolpe; esta vez tiene que salir a buscar una victoria o un empate con goles. No es tarea fácil, pero está lejos de ser imposible.
The Strongest tiene un gran plantel, lleno de muy buenas alternativas a los once ‘inamovibles’ que llevan jugando todo el año. Contra Lanús, y en varios partidos de la Liga, Vaca lo demostró. Y aunque su entrenador sostenga que parte de evolucionar como equipo es “mantener lo que se viene haciendo bien”, seguramente necesitará un plus para hacer historia en La Fortaleza.
