Héctor Garibay engrandeció su carrera al convertirse en un atleta olímpico en París 2024. Durante la madrugada de este sábado en Bolivia y la mañana en Francia, el fondista nacional completó la mayor proeza de su vida. Tras ser líder en el primer tramo, completó la Maratón de los Juegos Olímpicos para ser el mejor maratonista del país. Además, los residentes bolivianos hicieron de su vivencia algo más único.
Bajo el tenue ascenso del sol, la presencia boliviana se hizo sentir en el recorrido de los 42 kilómetros por las calles de París. Sumada a la gallardía de Héctor Garibay, los residentes bolivianos coparon casi cada kilómetro con sus banderas. La Tricolor fue vista por los 81 atletas participantes y los millones de espectadores que apreciaron la transmisión.
Más allá de la representación nacional en la sede de la histórica prueba, miles de bolivianos vivieron la emocionante carrera de Héctor Garibay. En el país, todos madrugaron para apoyar al fondista. Él no defraudó, incluso peleó palmo a palmo los primeros lugares hasta al menos el kilómetro 15. Por esos instantes, era normal ver La Verde que llevó puesto el orureño.
Entre los grandes e históricos maratonistas, el atleta de remera verde, short negro, tenis y gorra blancas y el potente dorsal con el apellido Garibay impreso resaltó en ambiente de alrededor de 19 grados centígrados de París. Sus rivales más experimentados lucieron sus estrategias para acelerar y relegar al boliviano.
Pese a eso y sumados los primeros abandonos, Héctor Garibay no tiró la toalla. Extremó esfuerzos y, en una Maratón que se rompió el récord olímpico, pasó la meta cumplidas las 2 horas, 15 minutos y 54 segundos adueñándose del puesto 60 acompañado de la Cueca Boliviana que abrazó al fondista gracias a los residentes. Él quedó triste por el resultado, pero feliz por la proeza lograda; es un orgullo para Bolivia.