En procura de lograr un buen resultado el jueves en el Hernando Siles, el argentino Ricardo Gareca, entrenador de la Selección Peruana, apostará por un método que, históricamente, les ha funcionado a los incaicos: la aclimatación a la altura.
Desde el pasado lunes, los convocados de El Tigre –como se le conoce en su país de origen– trabajan en Cusco. Inicialmente, eran menos de veinte; hoy, sólo resta que se sumen los que militan en el exterior, que lo harán el martes, apenas dos días antes del encuentro. He ahí una de las grandes interrogantes de la prensa de aquel país: ¿deberían jugar sólo los jugadores que tuvieron tiempo para aclimatarse? Todo apunta a que no será así.
Aparentemente, la base que actúe en La Paz será la misma que viene asentando el entrenador desde hace tiempo, con jugadores como Gallese, del Veracruz, Cueva, del Sao Paulo, y Guerrero, del Flamengo; y se completará con los jugadores aclimatados, algo que nunca antes se había visto. ¿Le funcionará el experimento?