Todo será muy parejo. Son detalles los que definirán esta serie. Y el más atento, concentrado y aplicado para volcar en su favor esas pequeñas cosas será el que se quede con el anillo al final. Algo de eso se vio anoche en el triunfo de Miami sobre San Antonio por 98-96. Un par de tiros de “Manu” Ginóbili que no entraron, otro par de Bosh y de Wade que sí acertaron y la serie que continuará mañana a las 22 en Miami, quedó empatada en un juego por lado.
San Antonio entró enfocado en la defensa. Incluso más que en el primer partido. Dejar en 19 puntos en un cuarto a un equipo con el potencial ofensivo de Miami es un indicador de que las cosas funcionaron en ese aspecto. El 26-19 fue una buena señal. Tim Duncan estuvo muy acertado en ese cuarto inicial. Al final terminó con 18 puntos y 15 rebotes. Alcanzó la doble figura (dos dígitos en dos rubros estadísticos) en 157 partidos de playoffs y con eso igualó un récord de la legendaria figura de Los Angeles Lakers, Magic Johnson.
LeBron James dijo estar completamente recuperado de los calambres que lo dejaron fuera en el cierre del primer juego. Le echó la culpa al desperfecto que dejó al AT&T Center sin aire acondicionado. Dijo que se deshidrató. Anoche tardó un poco en entrar en ritmo. Falló sus primeros tres tiros y tardó siete minutos en anotar. Pero lo hizo con una volcada impactante y eso lo encendió definitivamente. A partir de ahí fue el de siempre, como si quisiera reforzar la idea de que la temperatura agradable y controlada permite que se vea lo mejor de él.
Cuando James entra en ritmo, es imposible marcarlo. Hubo ajustes defensivos, ayudas para tratar de frenarlo, pero nada. Cuando encaró rumbo al aro nada se pudo hacer. Terminó con 35 puntos, 10 rebotes y 3 asistencias. Monstruoso.
San Antonio, al igual que en el primer partido siguió perdiendo muchas pelotas (9 en el primer tiempo). Puede decirse que hay falta de atención en algún caso puntual. Pero la presión que ejerce la defensa de Miami también cuenta y mucho.
En el segundo cuarto Miami emparejó el marcador. Y la intensidad subió en el tercero. San Antonio tomaba una ligera ventaja, pero enseguida Miami lo alcanzaba. Cuando LeBron entra en rachas de anotación parece que nadie podrá con él. En el tercer cuarto llegó a convertir 12 tantos en apenas dos minutos y 30 segundos.
Varios jugadores de Miami dijeron que le dieron muchas libertades a “Manu” en el primer encuentro y que eso no lo iban a permitir en el segundo. Aunque lo intentaron, Ginóbili está en muy buena forma. En la primera oportunidad que tuvo atacó el aro con fuerza y anotó una bandeja entre los dos pivotes rivales (Chris Bosh y Chris Andersen). En la anotación no pudieron limitar completamente el trabajo del bahiense. Terminó con 19 puntos (5/8 dobles y 2/7 triples), pero sí se notó que le cerraron mucho más la línea de pase, evitando que haga jugar a sus compañeros. Así, aportó sólo 4 asistencias, contra las 11 de su primer partido. Una prueba del respeto que le tienen: en el último cuarto, por momentos, lo marcó LeBron.
La serie final de 2013 entre estos dos equipos fue pareja en general (4-3 para Miami), pero hubo varios partidos en los que se sacaron mucha diferencia. Esto todavía no ocurrió en esta oportunidad. San Antonio ganó el primero porque supo golpear cuando LeBron se lesionó. Anoche, en el último cuarto, Parker y Duncan erraron cuatro tiros libres seguidos. Detalles. Cosas que definen una serie, que consagran a un campeón. Una demostración de lo parejo que será todo en esta serie final.