Francia llega al Mundial con un plantel con mejor ánimo y más asentado bajo el mando del entrenador Didier Deschamps, que buscará borrar los recuerdos de Sudáfrica 2010, donde los jugadores se revelaron contra el técnico Raymond Domenech y volvieron a casa rápidamente tras un rotundo fracaso.
El combinado galo sufrirá la sentida baja de Franck Ribery, quien debió dejar el plantel por una lesión de espalda. Deschamps, capitán del equipo campeón del mundo en 1998, se resistió a la tentación de convocar al controvertido Samir Nasri.
En consecuencia, el foco estará sobre Karim Benzema, el delantero de 26 años que ha brillado en el Real Madrid esta temporada. También se espera mucho de Paul Pogba.