Fotoreportaje: Final del Interyungueño entre Coroico y Chicaloma 

El relato, en primera persona, de un fotoperiodista que vivió la locura de la final del “Mundial de los Yungas”.
Foto: MKR Sports

Sonó el despertador 4.30 AM me levante de mi cama para alistar el equipo fotográfico que siempre me acompaña a mis coberturas, debía estar 5.00 AM en la plaza del Maestro y no podía atrasarme, llegue y no había el minibús que debía llevarnos a mí y a otros compañeros, después de diez minutos llego, lo primero que hice es preguntar cuales de mis compañeros iban a cubrir este Mundial de los Yungas como le dicen.

Don Felix, el conductor, empezó a llamar uno por uno y se escuchaba al otro lado del teléfono una serie de respuestas, como es muy temprano, me dormí o simplemente el teléfono apagado. La premura del chofer de partir ya no más, se debía a que a las 9 AM en Coroico se realizaría un ampliado de choferes por un problema de un supuesto sindicato y su competencia desleal, y el debía estar a esa hora ya en Coroico, además, había el problema de que no iba a haber movilidad para llegar a esta localidad desde la Terminal de Minasa.

Al promediar las 7 AM, llegó Erick Sandoval, conocido periodista y ya éramos dos locos rumbo a cubrir el Mundial de los Yungas. Antes de partir el conductor decidió cargar mas pasajeros en la terminal para completar el cupo del minibús, claro está, que con dos personas no justificaba el costo. Llegamos a Coroico, lo primero que hicimos con Erick es comer algo para luego tomar movilidad A Cruz Loma donde se realizaría la Final de Interyungueño.

Mas o menos, 15 a 20 minutos nos tomó llegar al lugar, la temperatura era agradable; En ese instante, entramos al escenario deportivo y escuché la famosa saya de Chicaloma, que se alistaba para alentar a su selección.

Me habían comentado y había visto en algunas fotos que este es un futbol apasionado sin limites, hasta exponen el físico sin temor. A las 13.30 las selecciones Cajuata y Cotapata midieron sus fuerzas en un partido amistoso previo a la gran final; llovió, por momentos la neblina hacia que mi lente no enfocara, aún así fui testigo de la entrega y la pasión de cada uno de los jugadores.

Sonaron las distintas barras, tanto la de Chicaloma como la de Coroico; ingresaron los jugadores en un campo de juego lleno de barro por la lluvia y no tanto césped, pero eso no importaba se jugaba para ser campeón del Mundial de lo Yungas.

Había mas barro y agua en el campo de juego, pero los jugadores se daban íntegros para lograr su objetivo de salir campeones; En ese momento, recordé por que amo mi trabajo y porque decidí ser fotógrafo, en algún instante lo había olvidado, pero recordé al ver como estos jugadores no les importaba la lluvia, el agua, menos el barro, solo corrían detrás de un balón y con pasión querían hacer ingresar el esférico el al fondo de la redes. Recordé que no importa donde estés o donde te lleven tus piernas, mientas la cámara te acompañe, eres testigo y estas ahí, para contar historias a través de una foto y mas aún si esto es lo que amas, valió la pena el sacrificio de madrugar, recordé y escuché gritar un gol; gritar ser campeones hasta que no tengas aire, lo viví en vivo y en directo; me emocione, realmente sé por qué le dicen el Mundial de los Yungas.

Texto de Alejandro Álvarez, director de MKR Sports.

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