Por fin el fútbol boliviano está a punto de cortar una racha adversa que se prolongó por una década. Diez años en los que ningún representante nuestro pudo rebasar la etapa previa de la Copa Libertadores de América, está a punto de llegar a su término.
The Strongest, uno de los planteles con más experiencia internacional tiene la oportunidad de clasificar a la fase de grupos, luego del importante empate logrado en territorio mexicano el pasado martes.
El último peldaño a superar, – siempre el mas difícil—será el encuentro revancha que se jugará en nuestro medio dentro de tres días, con todas las posibilidades de éxito para los de Achumani
Cuesta explicar las razones de la postergación que sufre últimamente nuestro deporte profesional en citas internacionales, ya que en el siglo pasado y frente a rivales mas cotizados, porque contaban con grandes figuras mundiales, el camino a transitar parecía menos complicado.
En esta nefasta década quedaron al margen en la fase previa, equipos como Oriente y Real Potosí eliminados en tres ocasiones cada uno, Bolivar quedó en el camino en dos oportunidades, Blooming y La Paz F.C. completan la nómina.
Frente a una situación de esa naturaleza es lógico tratar de encontrar algunas razones que originaron esta triste página de nuestro deporte.
Una de ellas esta relacionada sin duda, con la tentadora retribución económica que reciben los clubes clasificados a una cita de esta naturaleza y la escasa capacidad de inversión para cumplir positivamente con una representación de esa importancia. En gran parte de los casos solo interesa recibir el premio sin planes futuros ni los refuerzos adecuados para enfrentar el desafío.
Bolivar el año pasado con su gran intervención, llegando a figurar entre los cuatro primeros de la Copa y ahora The Strongest a punto de superar esta fase, pueden diagramar un distinto panorama para nuestro fútbol. Ojala así sea.