Pudo ser, cómo en los anteriores dos partidos por Copa Libertadores ante equipos argentinos, el Tigre estuvo a punto de encontrar la chance en la última del partido, Julio Bazcuñan no quiso, no sancionó un claro penal en el último minuto y al Tigre no le alcanzó el combustible para salvar un punto.
Si lo vemos desde otra perspectiva, la tercera fue la vencida, porque el Tigre la venía pasando mal contra equipos argentinos en la Copa Libertadores. Pasó en 2016 contra River Plate, ese día Rodrigo Mora puso un golazo en el Siles con el que el Millonario se llevaba el triunfo, pero Alejandro Chumacero a los 90 salvó un punto, con lo justo y sobre la hora.
En la misma edición, en la fase de octavos de final, Lanús de Sergio Almirón se había puesto en ventaja con un golazo de Nicolás Pasquini, y cuando parecía que se le iban los puntos en la última fase que jugó el Tigre de César Farías en esa edición, apareció Diego Bejarano como salvador en el último minuto para darle vida en la llave que terminó siendo la eliminación del Tigre.
Ahora no pasó, Atlético Tucumán se llevó los puntos y puso el fin a una racha de data de 48 años, cuando River en 1970 derrotó 2 a 0 a Universitario en el viejo Siles. El palo en tres ocasiones y sobre todo esa jugada en el último minuto del partido pudieron volver a salvar al Tigre, pero no hubo manera, y en esta, la tercera visita argentina al Tigre, fue letal, se llevaron el triunfo, el invicto de 19 partidos de imbatibilidad de The Strongest y un viejo mito, que era imposible ganar en La Paz, ya no lo es.