“Antes de decir papá ya decía Olimpiadas”. A todos nos llamó la atención la emoción de José Quintanilla en la apertura de Río 2016. Es el sueño de toda una familia que respira, come y vive natación.
Katherine Moreno, su madre, es la deportista boliviana que participó en más Juegos Olímpicos, tiene cuatro en su historial. Su padre, el entrenador, soñaba desde niño con una presea olímpica. “Mi sueño siempre fueron los Juegos Olímpicos y poder verlo plasmado a través de mi hijo, no tiene precio”, cuenta José Quintanilla, que también estuvo en el desfile al lado de su hijo.
La primera vez que José estuvo en una piscina fue a los seis meses (sin contar los meses que estuvo en la barriga de Katherine). El sueño olímpico estuvo presente desde siempre. “Nosotros le despertamos el interés, le enseñamos que el camino es como una escalera y que no es de la noche a la mañana”, afirma su mamá, que sabe de lo que habla, más si de natación se trata.
José Quintanilla recuerda que cuando era niño vivían en la piscina y su ventana daba hacia ella. Observaba como su madre entrenaba y daba todo en cada sesión. Fueron uno de los parámetros que lo marcó para buscar hacer su propia historia.
A pocos días de competir, José está cumpliendo un sueño personal, pero también de una familia que anhelaba este momento. El desfile fue el inicio de la odisea, pero lo mejor está por venir.