Es cierto que ya se fue de The Strongest, pero el caso más hablado en los últimos años en el fútbol boliviano, aún espera una resolución.
César Farías se despidió del país y de la hinchada atigrada, pero también dejó un mensaje: “Yo me voy pero dejaré gente a cargo y si tengo que volver a defenderme lo haré”, sucede que el venezolano está convencido que su sanción por dos años “es injusta”, aunque -de momento en suspenso- la apelación definirá el futuro.
El llanero en su última conferencia de prensa dejó en claro que de momento no le interesa volver a Bolivia, pero la sanción fue la bandera en la decisión de César Salinas en no plantear una renovación, por eso, más que nada por un tema de egos y orgullos, Farías espera espectante el fallo.
El Tribunal Superior de Disciplina Deportiva de la Federación avisó que se ha ampliado el plazo de pruebas y que el viernes la defensa del venezolano presentará dos testigos -según ellos claves- en el caso, luego saldrá el fallo, para saber si la sanción de dos años queda ejecutada, suspendida o reducida.
