Fue en las semifinales de la Copa América de 1997, la única victoria de Bolivia sobre México en un partido oficial o amistoso, de los diez duelos, está fue la única victoria nacional.
México corrió como si estuviera en el Azteca, a pesar del llanto consabido por la altura después de su derrota. Abrió puntas y ensayó ahogar a Bolivia. A los cuatro minutos del primer tiempo, de tiro libre, Ramírez puso en ventaja a los visitantes.
El público tuvo que esperar veintitres minutos para ver el empate boliviano, otra vez, como en todo el campeonato, “Platiní” fusiló al arquero Adolfo Ríos. El equipo nacional tuvo que ir ganando espacios poco a poco.
Fue un encuentro de gran intensidad y mucha fricción (las expulsiones de los mexicanos Suárez y Sánchez lo atestiguan). A los 44 Ramiro Castillo, gracias a un providencial rebote de tiro libre de Etcheverry, la metió y nos dejó respirando. En el segundo tiempo México a pesar de su desventaja numérica, dominó los primeros veinte minutos con dos palos que salvaron a Trucco de ser derrotado hasta que, otra vez, la entrada de Melgar cambió el ritmo y administró el fútbol para Bolivia. Allí apareció Moreno en una escapada antológica que mostró su clase tocando sobre la cabeza del portero mexicano a los 29 de la segunda etapa, destruyendo la última esperanza de los aztecas. El gol había puesto a la verde por segunda vez en su historia en la final de la Copa América.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=CjRLxxIV29U[/youtube]Fuente: http://historiadelfutbolboliviano.com/