
Se gritó y celebró como si hubiera sido un gol, no más aún, el Siles explotó luego que Reinaldo Lenis erró el penal en el minuto 90 del partido.
Quiñonez salió desperado a festejar, se abrazó con Mauricio Prieto, los jugadores de Bolívar levantaban las manos al cielo, buscando alguien a quien abrazar, la Copa Libertadores es así, hay que ganar, a veces con una dosis de suerte como la tuvo Bolívar, que trabajó por un triunfo, y en el último suspiro del partido pareció perder todo lo que había construido en 90 minutos, no pasó, y la Academia celebra haber vuelto a la Copa, ahora con chances reales de seguir con vida en el Grupo B.
Luego vino el penal, que hubiera sido un castigo muy grande, aunque -viendo la tv, Pitana (feo arbitraje) lo cobró bien- Lenis le pegó horrible y #Bolivar ganó bien, a pesar de todo. Y ante un equipo que en serio juega bien pic.twitter.com/OSZFIN8pst
— Roberto Acosta E. (@btoae) April 6, 2018