River Plate, con inteligencia y contundencia en el primer tiempo, derrotó anoche por 2-0 a Boca Juniors, que mostró una preocupante endeblez defensiva a lo largo de todo el partido, en el segundo superclásico del año, que se jugó en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, ante un marco imponente.
Los goles del conjunto que dirige Ramón Díaz los convirtieron el volante Manuel Lanzini y el delantero Juan Carlos Menseguez a los 6 y 41 minutos de la primera etapa, respectivamente. De esta manera, River -tras el empate (1-1) en Mar del Plata- se quedó con el segundo superclásico del verano e irá con mayor tranquilidad al tercero, que se llevará a cabo el próximo sábado en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.
El equipo de Ramón Díaz, con un esquema táctico 3-4-1-2, se puso en ventaja a los 6 minutos tras una escapada por derecha de Teófilo Gutiérrez -luego de un lateral rápido con dos pelotas en juego- y una solitaria definición de Lanzini, el mejor jugador de la noche cordobesa.
River, a partir de ese tanto polémico, creció en el juego y con mucha presión en la mitad de la cancha -muy buenos los trabajos de Leonardo Ponzio y Matías Kranevitter- marcó el ritmo del partido.
Boca en el segundo tiempo, con la variante de Cristian Erbes por Juan Manuel Marínez, salió decidido a descontar, se adelantó y dispuso de cinco chances en los primeros 15 minutos: con remates de Juan Sánchez Miño (6m. y 10m.) y Acosta (9m.), y dos cabezazos de Emmanuel Gigliotti (12m.) y Juan Forlín (15m.).
En definitiva, el equipo de Ramón Díaz volvió a ganar en Córdoba, como el año pasado, pero en aquella oportunidad fue por 2-1, con goles de Rodrigo Mora y David Trezeguet, mientras que Walter Erviti (quien en las últimas horas acordó regresar a Banfield) hizo el tanto boquense.
Fuente: TyC Sports