El torneo es una especie de examen constante, a pesar de ser -por lejos- el mejor equipo del campeonato, Wilstermann debe seguir demostrándolo fecha a fecha y lo sigue haciendo con autoridad.
Ahora el turno fue de la ciudad de Oruro, Wilstermann terminó con la racha del Santo en casa, le ganó con autoridad y a pesar de las bajas que tenía en sus filas, porque sin Seginho, sin Fernando Saucedo, ni Edward Zenteno, parte de su columna vertebral y mantuvo el nivel y la contundencia.
Wilstermann ha perdido sólo dos partidos en lo que va del torneo, ambos fueron en la primera ronda, y nunca le importó demasiado si es local, visitante, si juega en el llano o la altura, hizo grandes partidos, y el duelo de ida en el Jesús Bermúdez, no fue la excepción, el Rojo volvió a ser, de nuevo, el mejor equipo del fin de semana.