Paul Arano está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera. Es el goleador de Blooming con 6 tantos en lo que va del torneo. Además se aseguró un puesto en la formación de Platiní gracias a que se convirtió en un jugador multifuncional.
En una entrevista que le hizo Diez, dijo: “Uno nunca tiene que olvidarse de dónde viene”. Pues esto ha marcado un antes y un después en su vida. A sus 20 años fue convocado a la Selección, salió del Celeste y por azares de la vida terminó en un equipo de la ACF porque según él se le subió la fama. Eso fue un golpe de humildad que terminó con una segunda oportunidad en Blooming.
Ahora no olvida el lugar donde creció, el colegio Ignacio Warnes. Lugar donde sus padres son porteros y donde vive su familia. “Todos los días voy, después de entrenar. Ayudo a mi madre a barrer los cursos y también a vender en su tiendita. No tengo ningún problema, no me da vergüenza”. Su sueño es comprarle una casa a su madre y llevar a su padre hasta donde lo lleve el fútbol, su principal meta es llegar a Europa.