El Papa Francisco lamentó en uno de sus últimos discursos, que en países como Italia o Argentina se hable sólo de fútbol cuando existen muchos deportes y practicarlos ayuda a los jóvenes a crecer en virtudes.
En su discurso en la visita del club Lazio, el pontífice destacó que -desde sus orígenes- la Sociedad Deportiva Lazio pugnó por transmitir los valores morales y éticos del deporte. Además de haber sido creada para que pudieran practicarlo no sólo los ricos de la época, sino personas de todos los niveles sociales, agregó.
Jorge Mario Bergoglio bromeó cuando recordó el lema en latín de la asociación: “Concordia parvae res crescunt, discordia maximae dilabuntur” y dijo que sería interesante pedir la traducción a algunos de los muchachos, pero riendo añadió: “¡Mejor que no!”. Después precisó que, en realidad, no es difícil el lema: “En la concordia las pequeñas cosas crecen, en la discordia las más grandes caen”.
“En Italia, como en mi país Argentina, se corre el riesgo de hablar siempre de fútbol y abandonar los otros deportes”, estableció.
“Al contrario, cada disciplina deportiva tiene su valor, no sólo físico o social, sino también moral, en cuanto ofrece la posibilidad a las personas, especialmente a los niños y jóvenes, de crecer en el equilibrio, el auto control, el sacrificio y la lealtad hacia los otros”, agregó.
Instó a los atletas a cultivar su dimensión religiosa y espiritual tanto como la deportivo porque cuando un joven descuida la misa o la catequesis, así como las amistades y el estudio, por los entrenamientos, demuestra que “perdió la escala de valores”.
“En realidad, el verdadero deporte favorece la construcción de un mundo más fraterno y solidario, contribuyendo a superar las situaciones de injusticia y de malestar humano y social”, apuntó.