La coyuntura obliga a que haya un cambio de mando en el timón y Wilmer Valdez, el uruguayo parece haber tomado las cosas con un giro de 180 grados. Quiere un verdadero cambio y profundo dentro de la Confederación Sudamericana. Valdez no es parte de la dirigencia “vieja” es un presidente due en menos de dos años llegó a ser el máximo dirigente en Sudamérica por coyuntura y mérito propio.
El dirigente uruguayo tuvo un meteórico ascenso en los últimos meses tras su llegada a la presidencia de la AUF en abril del 2014. Antes, era el vicepresidente de Rentistas, uno de los clubes del medio local que había denunciado penalmente a la Conmebol.
Ahora asume el reto, se pondrá al mando de la Confederación, de perfil bajo comenzó a trabajar poniéndose en contacto con todas las federaciones, en Sudamérica -casi todas- quedaron descabezadas, Bolivia con una dirigencia no reconocida por el ente sudamericano es de las pocas que viene trabajando hace meses. Por eso Valdez decidió acercase, habló con Marco Ortega, todo apunta a que la Federación Boliviana de Fútbol volverá a tener una silla en el Comité Ejecutivo de la Conmebol este 11 de diciembre próximo.
El uruguayo en la semana habló en varios medios de su país y en casi todo lado tocó el ejemplo de Bolivia que hace tiempo viene trabajando aunque no es una dirigencia reconocida, dejando en claro que es tiempo de normalizar el trabajo en todas las Federaciones que pasan por una situación similar, Ecuador, Perú, Chile pasan por momentos de crisis similares a la de Bolivia. La AFA tiene sus propias crisis, son pocas las Asociaciones establecidas, pero Valdez quiere tener a todas representadas en la reunión de emergencia programada para el próximo viernes en Asunción y en este delicado momento del fútbol sudamericano.
