Cuando pasaron los pilotos bolivianos, todos optaron por saludar al Presidente y dar palabras de agradecimiento a la gente que desde que llegaron a Desaguadero, hasta el Bivouac de Irpavi, mostraron su apoyo a la carrera.
Pero Leonardo Martínez dio la nota del día, se salió del protocolo y pidió el micrófono para pedirle a Evo Morales, Presidente del Estado, que de un paso al costado a su idea de repostulación “Bolivia dijo NO, yo me someto a todas las reglas del Dakar al inscribirme, no soy político, sólo le pido respetemos la Contitución”.
Martínez siguió con su discurso, aunque la gente comenzó a reaccionar, algunos aplausos, algunos silvidos, y cuando terminó, Morales aplaudió al piloto, pero no dijo nada. El día fue así en La Paz.
El Dakar fue una bandera política, manifestaciones en algunos sectores, incluso hubo algunos intentos de agresión a las primeras motos. Pero la fiesta también se sintió a pesar del frío, las calles estuvieron con gente agolpada saludando a los pilotos, fue un día raro, polarizado y casi intolerante, para el Dakar en la Sede de Gobierno.
El momento tenso del día: Leonardo Martínez en la rampa y un discurso que no esperaba Presidente de #Bolivia #DakarBolivia ► https://t.co/xg4Hg0ZaT0 pic.twitter.com/gojWrHXDou
— Late (@latebol) January 11, 2018