La Revista “Mientras Tanto” de España, muestra un modelo de gestión distinto al de su país y los de nuestro lado del continente, es el Alemán que con el lema “más aficionados, menos deudas y más beneficios” adoptado por el fútbol alemán explica por qué la liga de ese país está acaparando cada vez más protagonismo y alzándose como una referencia en medio de un fútbol lleno de problemas económicos en el resto del continente.
Así, si en el resto de los países los equipos están en manos de unos pocos, la mayoría de los equipos alemanes pertenecen a aficionados constituidos como clubes o como empresas. Además, mientras que en el resto de Europa los equipos miman a las televisiones e incomodan al aficionado que acude a sus estadios, Alemania muestra una enorme preocupación por atraer aficionados, algo que hace que sea la liga europea con más espectadores en las gradas de sus estadios en términos porcentuales y absolutos…
Y otro dato curioso: los 753 millones de euros de inversión que se han recortado en el ámbito de la ciencia española en un año, y que podrían dar un impulso tremendo a su desarrollo, —estamos hablando de becas, proyectos de investigación, contratos, etc.—, coinciden, curiosamente, con la deuda de los clubes de fútbol españoles con Hacienda citada en el informe Fútbol y los impuestos.
Como primera lectura, se puede cuestionar que no se puede financiar el deporte a costa de la investigación e inversión. Pero, como siempre, esta afirmación puede ser prematura.
Veamos qué hace Alemania: “El Ministerio Federal de Educación e Investigación alemán ha incrementado su presupuesto en 800 millones de euros en 2013 respecto a 2012, llegando a un gasto total de 13.700 millones de euros, lo que equivale a un incremento de más del 6% respecto del gasto presupuestado en 2012.”. Saquen sus propias conclusiones.
Los resultados deportivos que ha obtenido Alemania también terminan dando la razón a un sistema que en lugar de bajarse los pantalones ante los “inversores”, le imponen condiciones para que las inversiones sean más naturales y constantes tratando bien primero a los protagonistas y a los que en realidad son quienes terminan generando los recursos, todo lo contrario al modelo que en Bolivia decidimos adoptar.
Fuente: Late! y Revista Mientras Tanto