Otra vez no hubo sorpresas, y el Bayern respondió a la lógica de ser el favorito y ganó sin atenuantes al Olympique de Lyon.
Con un gran primer tiempo de Gnabry, que anotó el primer gol cuando peor la pasaba el Bayern en el golpe a golpe propuesto por los franceses, apareció su potencia en la zurda y terminó con el posible factor sorpresa. Luego sentenció el juego con el segundo tanto y en el complemento apareció el siempre infaltable gol de Robert Lewandoski, para que el Bayern Münich sea el segundo finalista.
Se medirá al PSG en el gran duelo de esta Champions League en cuarentena en Lisboa.