Marruecos no ganará el Mundial, pero a lo largo de las últimas semanas se ganó el apoyo de hinchas neutrales, el respeto de sus rivales y la admiración del mundo.
Representa la lucha de los desfavorecidos, de los subestimados. La sorpresa que todas las selecciones sin grandes logros sueñan con dar. Es fácil verse reflejado.
Estar ahí, en una semifinal, enfrentando al último campeón del mundo y competir no es para cualquiera… ¿O sí?
Son estas historias las que inspiran a creer.
Por detrás hay mucho trabajo, es cierto. También grandes talentos, oportunismo (en el buen sentido de la palabra) y, por qué no, un poco de suerte. Pero ninguna fórmula.
Equipos como Marruecos demuestran que se puede, y los leones que defendieron su camiseta durante esta copa marcaron el camino de un futuro en el que los chicos se atreverán a desafiar más a los grandes.
Artículo de consulta: Why Do We Root For The Underdog? (inglés).