La noche de este martes será recordada como una de las más justas para el fútbol boliviano. Bolívar sintió la magia de la Copa Libertadores en la casa de Athletico Paranaense. Si bien se complicó por errores propios un grosero error arbitral parecía condicionar la serie, la Academia mostró al mundo que es un grande de Sudamérica. Resistió con personalidad y le dio más de un susto al dueño de casa; al final celebró el pase a Cuartos en Brasil.
De entrada, Athletico buscó la portería de Lampe, aunque con poca claridad. Bolívar arrancó impreciso y de a poco se asentó hasta jugar de igual a igual. Cuando el Celeste empezó a manejar la pelota en campo rival, una jugada rápida finalizó en problema por mano de Bentaberry en el área. El árbitro Ortega observó en el VAR y, pese al rebote del esférico en el dorso del uruguayo, cobró penal. Fernandinho con su experiencia hizo el primero.
Al final del primer tiempo, el juez peruano le quitó el grito de gol a Bolívar. En un centro al área brasileña, Thiago Heleno pasó de largo, Ronnie tampoco pudo pegarle a la pelota, Da Costa bajó el balón, lo cedió al Pato y ante la salida de Bento marcó disparando entre sus piernas. Ortega pitó falta, el VAR lo llamó y ratificó su idea de que el chileno empujó al defensor, aunque no se evidenció eso en las repeticiones de la transmisión oficial.
El ambiente se calentó por los reclamos de la Academia. La llegada del descanso fue clave para dejar de lado todo eso. Nuevamente, los jugadores se mostraron concentrados y un algo atrevidos. Un error fue bajando los ánimos. A los 67 minutos, Bolívar no terminó de despejar un ataque rival, tres jugadores pasaron de largo, dejaron libre a Vitor Roque, controló la pelota y con un puntazo igualó la serie.
De ahí en más, se produjo una soberbia muestra carácter del único representante de Bolivia en torneos internacionales. Los futbolistas con gallardía resistieron. Ronnie, Xico y José Sagredo tuvieron que dejar el campo de juego golpeados; sus relevos también estuvieron a la altura. Al final, Bolívar resignó el ataque y se defendió con todo hasta el doble pitazo. La definición pasó a la tanda de penales.
Bejarano, Justiniano, Saucedo, Algarañaz y Sávio silenciaron a la torcida de Athletico Paranaense. En lugar de achicarse, los bolivianos y el brasileño se agrandaron marcando cada uno de sus penales con tiros bien ejecutados. Cirino, Bueno, Fernandinho y Vidal también concretaron sus remates.
Sin embargo, el décimo penal fue decisivo. De un segundo a otro la minoría se hizo sentir en el Ligga Arena y desató la fiesta en Bolivia. Heleno, el futbolista protagonista del gol anulado a Bolívar, estrelló su remate en el travesaño y la pelota voló hacia arriba. Lágrimas de felicidad y gritos comenzaron a brotar de muchos Celestes en cada parte del mundo, el fútbol de mucho tiempo fue justo para los bolivianos. La Academia está en Cuartos de la Libertadores