Después del partido en el que Bolívar dio vuelta el marcador ante un aguerrido Wilstermann, nos preguntábamos con algunos colegas, cuantas veces vimos a Ferreira celebrar un gol así, eufórico, emocionado, desbordado e incontrolable… (?)
La respuesta inmediata entre todos fue aquel 2011 que anota el gol del título ante La Paz FC, luego volvió a la mente el gol del Clásico Paceño 190. Pero el segundo gol de la academia fue algo extraordinario para el uruguayo, Ferreira venía medio golpeado, tuvo chances y no pudo concretar, el partido con Sport Boys seguía rondando en su cabeza, incluso en sus declaraciones post Clásico.
Con el grito colgado en la valla de preferencia, se sacó toda la mala vibra, en esa definición cerrada a los 91, medida milimétricamente para que pase debajo de Cartagena y pegue en la parte posterior de la red junto al palo, lentamente, con suspenso y para hacer más estruendoso el grito sagrado de los celestes… la pelota le devolvió a Ferreira al pedestal de los académicos, ya bastante había hecho para estar en lo más alto en la victoria ante el Tigre, pero el de anoche para Ferreira y los bolivaristas no es un gol más.. no es un festejo más…
Esta secuencia de imágenes captadas por el lente de Diego Loayza, fotógrafo oficial del Club Bolívar, refleján la emotividad del gol de Ferreira:
