Ya nada va a cambiar. Argentina no pudo con Islandia y Perú dejó escapar una reaparición histórica ante una Dinamarca menos fuerte de lo que se esperaba. Pero es imposible no preguntarse: ¿qué hubiera pasado si…?
La Albiceleste careció de fútbol en el medio sector porque Mascherano y Biglia no se complementan; se superponen. Y cuando necesitaba vértigo en ataque, Pavón era un opción obvia, pero gozó de pocos minutos.
Hablando de Perú, el gran primer tiempo de los dirigidos por Gareca no deja lugar a varias preguntas. Pero su falta de efectividad conduce claramente hacia una: ¿Con Guerrero de arranque, la historia hubiera cambiado?
Los penales son otra historia. Messi no pateó con convicción y el nerviosismo traicionó a Cueva. Ahora se lamentan, pero de acá en más esos servirán de lección. En esta Copa, si perdonas pagas con sangre.