El equipo de Baldivieso tuvo un gran primer tiempo, mucho despliegue físico de los volantes de marca, de los extremos, Bejarano y Saucedo fueron dos pulmones de la U en toda la primera etapa.
Filipetto, Gonzáles, Silvestre, fueron tres pilares por la entrega, por la lucha, la primera etapa fue buena en general para todos, se sumó Ruben de la Cuesta, siempre importante en la marca y la elegancia en la salida, pero la duda tras el gol al minuto de Nacho Gonzáles, era si la U iba a aguantar esa presió alta y con tanta velocidad.
La respuesta fue el segundo tiempo, la U no aguantó, se consumió en el primer tiempo y un equipo sólido como es Tigres se lo dio vuelta rápido, Esqueda y Damián Álvarez terminaron con la ilusión de la U en Sucre. Fueron dos goles rápidos, casi consecutivos y dejaron a la U agotada -al ya cansancio físico- se sumó el desánimo de saberse abajo en el marcador.
Los cambios de la U no ayudaron a un equilibrio en ese gran despliegue del complemento, fue más salir a buscar desesperado encontrar el medio campo, pero ya el argentino Álvarez se había hecho dueño de la pelota y el campo de juego, la U dejó que se esfumara la primera chance con ese despliegue del primer tiempo y se quedó sin fuerzas para el complemento