El partido del Tigre fue para el olvido, quizás el de Oruro, haya sido el peor partido de The Strongest en toda la temporada, y todo comenzó en el vestuario, cuando la decisión de sustituír a Marvin Bejarano involucró una serie de cambios por lo menos extraños.
Sucede que Marvin Bejarano tuvo que abandonar la concentración por un asunto familiar, entendible y además un tema humano. El cuerpo técnico entendido de esto decidió el viaje de Julio César Pérez -que llegó a Oruro y parecía ser la gran solución ante la ausencia de un lateral izquierdo- pero no, la decisión final fue incluír a Wayar y Jara, ahí se descalabró el Tigre.
Farías apostó por una línea de tres pero había tanto deconcierto en cancha, que cobraron de entrada el primer gol, y cuando parecía que se acomodaban las líneas, los dos jugadores que puso Daniel Farías se fueron expulsados, Wayar al inicio del complemento y Jara a los 65 minutos, dejaron al Tigre con nueve y sin chances de pelear el partido que ya estaba desbordeado y goleado.
Pero la derrota en Oruro no sólo dejo eso, quedó demasiada expuesta la idea de Daniel Farías de no repetir fórmulas que uso su hermano, César Farías había encontrado los mejores rendimientos de varios jugadores del Tigre, y hoy Daniel parece no poder repetir esas ideas, en su intento de diferenciarse trata de adecuar a varios en puestos improvisados, está perdiendo terreno en el torneo, y la derrota en Oruro fue un duro golpe de realidad al Tigre.
